ARTICULO ORIGINAL
Balón de contrapulsación e inotrópicos no
catecolamínicos en el manejo del shock cardiogénico
secundario a cardiopatía de Takotsubo
Una serie de casos
Ricardo Levin1 , Marcela Degrange2 , Andrés Jiménez3 , Rafael Porcile4
1 Médico cardiólogo. Coordinador de Unidad Coronaria y Recuperación Cardiovascular del Hospital Universitario. Universidad Abierta Interamericana.
Buenos Aires. República Argentina. Visiting Professor Vanderbilt University Medical Center. Nashville, TN. USA.
Secretario Académico. Carrera de especialista en Cardiología. Universidad Abierta Interamericana. Buenos Aires. República Argentina.
Miembro Vocal del Consejo de Emergencias Cardiovasculares de la Sociedad Argentina de Cardiología. Buenos Aires. República Argentina.
Miembro titular. Sociedad Argentina de Cardiología. Buenos Aires. República Argentina.
2
Médica cardióloga. Coordinadora Clínica de Cardiología. Hospital Naval “Dr. Pedro Mallo”. Buenos Aires. República Argentina.
Profesora de la Carrera de especialista en Cardiología. Universidad Abierta Interamericana.
Miembro titular. Sociedad Argentina de Cardiología. Buenos Aires. República Argentina.
3
Medico. Residente de Cardiología del Hospital Universitario, Universidad Abierta Interamericana. Buenos Aires. República Argentina.
4
Médico cardiólogo. Jefe del Departamento de Cardiología. Director de la Carrera de especialista en Cardiología. Hospital Universitario. Universidad
Abierta Interamericana. Buenos Aires. República Argentina.
Miembro titular. Sociedad Argentina de Cardiología. Buenos Aires. República Argentina.
Correspondencia: Dr. Ricardo Levin.
Portela 2975. Ciudad de Buenos Aires. República Argentina.
E-mail: rllevin@gmail.com
Recibido: 01/08/2015
Aceptado: 10/10/2015
Resumen
Introducción. La cardiopatía por estrés o síndrome de Takotsubo suele complicarse con el desarrollo de shock
cardiogénico, pudiendo requerir de apoyo inotrópico. En dicha situación la utilización de fármacos derivados de
catecolaminas ha sido cuestionada, planteándose la utilidad del balón de contrapulsación e inotrópicos no catecolamínicos.
Material y métodos. Fueron incluidos pacientes con cardiopatía de Takotsubo y desarrollo de shock cardiogénico
tratados con balón de contrapulsación e inotrópicos no catecolamínicos, en dos hospitales universitarios.
Resultados. Entre el 1º de Enero de 2010 y el 1º de Enero de 2014 fueron incluidas 6 pacientes de sexo femenino
con un promedio de edad de 54 años, con criterios hemodinámicos de shock cardiogénico. En todas se implantó balón de contrapulsación, recibiendo además tres de ellas tratamiento con milrinona y tres con levosimendan. La
evolución hemodinámica fue favorable, desarrollando una paciente fibrilación auricular y otra paciente pérdida de
pulso en el miembro del balón.
Conclusiones. En una serie de pacientes con cardiopatía de Takotsubo y desarrollo de shock cardiogénico, el manejo
con balón de contrapulsación e inotrópicos no derivados de catecolaminas resultó efectivo y seguro. Estudios con
un número apropiado de pacientes determinarán la utilidad de dicha terapéutica.
Palabras clave: Cardiopatía de Takotsubo; Balón de contrapulsación intraaórtico; Inotrópicos; Shock cardiogénico
Summary
Intraaortic balloon pump and non-catecholamine inotropic drugs in the management of
cardiogenic shock due toTakotsubo cardiomyopathy
A series of cases
Introduction. Stress cardiomyopathy or Takotsubo’s syndrome could be complicated with development of cardiogenic
shock requiring inotropic support. In that situation the use of catecholamines drugs has been questioned, being proposed
the utilization of intraaortic balloon pump and non-catecholamines inotropic drugs.
Materials and methods. There were included patients with Takotsubo’s cardiomyopathy and development of cardiogenic
shock who were treated with intraaortic balloon pump and non-catecholamines inotropic drugs, in two university
hospitals.
Results. Between January 1 of 2010 and January 1 of 2014 there were admitted 6 female patients with an average age
of 54 years, showing hemodynamic criteria of cardiogenic shock. All of them received an intraaortic balloon pump
and were also treated with milrinone, in 3 cases, and levosimendan, the other 3 patients. The hemodynamic evolution
was favorable presenting, as complications, an atrial fibrillation, in one case, and loosing pulse in the balloon`s limb
in another case.
Conclusions. In a series of patients with Takotsubo`s cardiomyopathy developing cardiogenic shock the treatment with
intraaortic balloon pump and non-catecholamine inotropic drugs was effective and safe. Studies with an appropriate
number of patients will determine the utility of this approach.
Keywords: Takotsubo’s cardiomyopathy; Intraaortic balloon pump; Inotropic; Cardiogenic shock
Resumo
Balão de contra-pulsação intra-aórtico e drogas inotrópicas não catecolamínicas no manejo de
choque cardiogênico por cardiomiopatia de Takotsubo
Uma série de casos
Introdução. A cardiomiopatia do estresse ou síndrome de Tako-tsubo poderia ser complicada com o desenvolvimento
de choque cardiogênico, necessitando de suporte inotrópico. Nessa situação, o uso de drogas catecolamínicas tem
sido questionado, sendo proposta a utilização de balão de contra-pulsação intra-aórtico e drogas inotrópicas não
catecolamínicas.
Materiais e métodos. Foram incluídos pacientes com cardiomiopatia de Tako-tsubo e desenvolvimento de choque
cardiogênico que foram tratados com balão de contra-pulsação intra-aórtico e drogas inotrópicas não catecolamínicas,
em dois hospitais universitários.
Resultados. Entre 1 de Janeiro de 2010 e 1 de Janeiro de 2014 foram internadas 6 pacientes do sexo feminino, com
uma média idade de 54 anos, mostrando critérios hemodinâmicos de choque cardiogênico. Todos eles receberam um
balão de contra-pulsação intra-aórtico e também foram tratados com milrinona, em 3 casos, e levosimendan, os outras
3 pacientes. A evolução hemodinâmica foi favorável, desenvolvendo uma paciente fibrilação atrial e outra perda de
pulso A evolução hemodinâmica estava apresentando favorável, como complicações, uma fibrilação atrial, em um
caso, e perdendo impulso no membro do balão de contra-pulsação em outro caso.
Conclusões. Em uma série de pacientes com cardiomiopatia Tako-tsubo e desenvolvimento de choque cardiogênico, o
tratamento com balão de contra-pulsação intra-aórtico e drogas inotrópicas não catecolamínicas foi eficaz e segura.
Estudos com um número apropriado de pacientes irão determinar a utilidade desta terapia.
Palavras-chave: Cardiomiopatia de Tako-tsubo; Balão de contra-pulsação intra-aórtico; Inotrópicos; Choque
cardiogênico
Introducción
La cardiopatía por estrés o síndrome de Takotsubo es
una entidad de reciente reconocimiento cuya prevalencia
se encuentra en aumento; pudiendo, en algunos
casos, complicarse con insuficiencia cardíaca y shock cardiogénico1
.
El empleo de fármacos vasoactivos derivados de catecolaminas
resulta cuestionado en esta entidad por su
posible efecto deletéreo, encontrándose desde descripciones
en las cuales el uso de los mismos es responsable
de desencadenar el cuadro, hasta evidencias bibliográficas
que dudan sobre, o directamente, contraindican
su utilización en el shock cardiogénico secundario al
síndrome de Takotsubo. En tal escenario clínico y ante
la necesidad terapéutica de sostén hemodinámico, el uso de asistencia circulatoria y la utilización de fármacos
inotrópicos diferentes de las catecolaminas aparecen
como una alternativa terapéutica2,3
.
El objetivo de la presente comunicación es considerar
el empleo del balón de contrapulsación intraaórtico y
fármacos vasoactivos no derivados de las catecolaminas
en el tratamiento del shock cardiogénico secundario a
cardiopatía de Takotsubo.
Material y métodos
Se incluyeron en forma prospectiva y consecutiva
pacientes portadores de cardiopatía de Takotsubo con
desarrollo de shock cardiogénico que fueron tratados
con balón de contrapulsación y fármacos vasoactivos,
en dos hospitales universitarios.
El diagnostico de cardiopatía de Takotsubo se realizó mediante la aplicación de los criterios de la Clínica
Mayo que se enumeran en la Tabla 14
. El shock cardiogénico
fue definido en base a la presencia de hipotensión
arterial (tensión arterial sistólica -TAS- < 90 mm Hg) o
el requerimiento de fármacos vasoactivos por más de 30
minutos para mantener una TAS de 90 mm Hg sumado a
la documentación hemodinámica de un índice cardíaco
bajo, inferior a 2,2 litros/minuto/metro2
, en ausencia de
hipovolemia. En todos los casos se insertó un catéter en
la arteria pulmonar, siendo valorado el comportamiento
hemodinámico y la seguridad del tratamiento mediante
la detección de efectos adversos a los fármacos.
Tabla 1. Criterios de la Clínica Mayo para l diagnóstico de cardiopatía de Takotsubo
Resultados
Entre el 1º de Enero de 2010 y el 1º de Enero de 2014 fueron incluidas 6 pacientes, todas de sexo femenino, con un promedio de edad de 54 años (rango de 42 a 67 años). Todas ellas fueron admitidas a unidad coronaria con sospecha de síndrome coronario agudo debido a la presencia de dolor precordial y cambios electrocardiográficos, con desarrollo de hipotensión arterial, siendo derivadas a la sala de hemodinamia donde tras observar la presencia de arterias coronarias normales se procedió a efectuar un ventriculograma izquierdo el cual detecto la presencia de trastornos de motilidad regional típicos del síndrome de Takotsubo, con compromiso de la zona apical, en 5 casos (Takotsubo clásico) o la zona basal (Takotsubo inverso) en el restante (Figura 1 y Figura 2).
Figura 1. Ventriculograma de la paciente con cardiopatía de Takotsubo inverso.
Figura 2. Coronariografía de la paciente con cardiopatía de Takotsubo inverso.
Todas las pacientes se encontraban bajo apoyo vasopresor iniciado con el empleo de noradrenalina endovenosa entre 8 y 25 mcg/hora; requiriendo, además de múltiples bolos de fenilefrina, y bajo sostén inotrópico iniciado con dobutamina entre 2,5 y 7,5 mcg/kg/hora. Ante la persistencia de hipotensión se procedió, en todos los casos, al implante de un balón de contrapulsación en la misma sala de hemodinámia. La refractariedad al uso de los citados vasoactivos motivó el inicio de vasopresina en dosis de 0,04 Unidades/hora y, ante el planteo de la presencia de un síndrome de Takotsubo, se inició tratamiento con un inotrópico no beta adrenérgico, escogiéndose milrinona 0,5 mcg/kg en 3 casos y levosimendan 0,1 mcg/kg, en los otros 3. La respuesta hemodinámica fue favorable con incremento del índice cardíaco tanto en las pacientes tratadas con levosimendan como en aquellas bajo milrinona (Figura 3), destetándose los fármacos vasoactivos al tercer día en promedio (2 a 4 días). En 3 pacientes el balón se retiró al segundo día y en las otras 3 durante el tercer día. Una paciente desarrollo fibrilación auricular de alta respuesta, siendo cardiovertida eléctricamente, y una paciente presentó pérdida del pulso distal en el miembro en el cual se implantó el balón. Las 6 pacientes fueron dadas de alta, no observándose otras complicaciones durante la internación. En ecocardiogramas de control efectuados entre 30 y 90 días pos alta, se apreció la desaparición del trastorno de la motilidad regional.
Figura 3. Evolución del índice cardíaco en aquellos pacientes
tratados con levosimendan y milrinona.
Discusión
El principal resultado de esta serie es que, en una población
de pacientes con desarrollo de shock cardiogénico en el
contexto de una cardiomiopatía de Takotsubo, el uso del
balón de contrapulsación intraaórtico en asociación con
drogas vasoactivas no derivadas de las catecolaminas
resultó hemodinámicamente efectivo para sostener a
los pacientes hasta la resolución del episodio. Además,
considerando el rol que un incremento de catecolaminas
circulantes jugaría en la fisiopatología de la entidad, podría
parecer razonable intentar obviar la utilización de fármacos
beta adrenérgicos que, en otro escenario, resultarían
parte habitual del manejo del shock cardiogénico.
Niveles elevados de catecolaminas han sido detectados en
pacientes con Takotsubo. Una revisión de Gianni y col.
describe dicho hallazgo en el 74,3% de los pacientes con
este síndrome, mientras que Wittstein y col., en una comparación
entre pacientes con Takotsubo y otros con infarto
agudo de miocardio, encuentran niveles de catecolaminas
dos o tres veces superiores entre los primeros5,6
.
Menos claro que la existencia de catecolaminas elevadas
y el antecedente de algún tipo de estrés físico o emocional,
los cuales han sido frecuentemente reconocidos
en pacientes con Takotsubo, resulta la comprensión del
mecanismo por el cual la disfunción ventricular finalmente
ocurre. Diversas propuestas incluyen el desarrollo
de espasmo coronario múltiple, atontamiento de origen
neurogénico, espasmo coronario microvascular e injuria
miocítica directamente inducida por catecolaminas, sola
o en combinación7
.
El hallazgo en biopsias cardíacas demostrando infiltración
leucocitaria y la presencia de necrosis en bandas de
contracción, ambas consistentes con los efectos de injuria
inducida por catecolaminas, jerarquizaría el efecto deletéreo
directo de las mismas en la entidad8
.
En dicho sentido, Padayachee remarca el dilema terapéutico
existente sobre la conveniencia de utilizar o evitar catecolaminas
en el tratamiento de pacientes con síndrome de
Takotsubo, destacando la posible conveniencia del uso del
sensibilizador del calcio levosimendan como inotrópico y
el rol de la vasopresina como opción presora en la entidad9
.
El autor plantea incluso un algoritmo para el manejo de
pacientes con síndrome de Takotsubo que desarrollan inestabilidad
hemodinámica consistente en la realización de un ecocardiograma que descarte la presencia de obstrucción
del tracto de salida del ventrículo izquierdo (observable
hasta en un 25% de pacientes con esta entidad) en cuyo
caso el paso siguiente sería el implante de un balón de
contrapulsación (relativamente contraindicado de corroborarse
la obstrucción). De persistir el paciente inestable
bajo el mismo, se propone el monitoreo hemodinámico
invasivo, y tras la optimización de precarga y postcarga
considerar la administración de levosimendan con algún
vasopresor como la vasopresina9,10
. Santoro y colaboradores
describen la utilización de levosimendan en 13 pacientes
con síndrome de Takotsubo con evolución clínica
favorable al cabo de tres días en todos los pacientes11
.
En nuestro caso, utilizamos levosimendan como inotrópico
en 3 pacientes basado en la experiencia en nuestra
institución con el uso del mismo en insuficiencia cardíaca.
En los 3 casos en quienes se administró milrinona, dicha
elección dependió de ser casos tratados en los Estados
Unidos donde el levosimendan no se encuentra aprobado
por la FDA (Food and Drugs Administration).
Respecto del milrinona, Doyen y colaboradores reportan
un caso de shock cardiogénico como complicación
de un síndrome de Takotsubo exitosamente tratado con
el mismo, efectuando consideraciones parecidas a las
hechas para levosimendan respecto de las ventajas de
obviar el uso de catecolaminas en esta entidad12
.
El empleo del balón de contrapulsación intraaórtico en
el síndrome de Takotsubo permitiría obtener estabilidad
hemodinámica en estos pacientes, obviando o al menos
limitando la necesidad de apoyo farmacológico. Al
margen de la ya citada propuesta de Padayachee, otros
autores coinciden en un rol para el dispositivo en esta
entidad.
Madhavan y colaboradores, en una evaluación de 92
pacientes con síndrome de Takotsubo, describen el desarrollo
de insuficiencia cardíaca clínica en el 45% (43
pacientes) de la población, con 25 de ellos presentando
shock cardiogénico, planteando que el uso del balón
podría ser la estrategia terapéutica preferida en este
grupo de pacientes; mientras que Nagao y colaboradores
refieren el beneficio del dispositivo en un paciente con
inestabilidad hemodinámica refractaria a catecolaminas
en un paciente con síndrome de Takotsubo desarrollado
post laparotomía13,14
. Otro ejemplo de utilidad
del balón en el síndrome de Takotsubo es reportado
por Lisi y colaboradores, quienes, en una paciente de
81 años con esta patología y desarrollo de taquicardia
ventricular refractaria a lidocaína e intentos de
supresión por marcapaseo, implantaron un balón de
contrapulsación, logrando la resolución de la arritmia.
Coincidentemente con nuestra serie, la paciente fue
tratada, además, con una infusión de levosimendan15
.
Conclusiones
En una serie de pacientes con desarrollo de cardiopatía de Takotsubo, el empleo del balón de contrapulsación en combinación con el uso de inotrópicos no catecolamínicos resultó efectivo y seguro. Más allá de la racionalidad de la utilización de estas estrategias en este escenario clínico, estudios con un mayor número de pacientes definirán, en el futuro, la correcta utilidad de esta terapéutica.
Recursos financieros
Los autores no recibieron ningún apoyo económico para la investigación.
Conflicto de intereses
Los autores declararon no tener conflicto de intereses.
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