SIMPOSIO INTERNACIONAL DE HIPERTENSION PULMONAR
Bosentan
Rol en el tratamiento de la
hipertensión arterial pulmonar
Juan Carlos Grignola*, Miguel Angel Gómez Sánchez**
* Departamento de Fisiopatología. Facultad de Medicina. Universidad de la República. Montevideo. República Oriental del Uruguay.
** Unidad de Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar. Servicio de Cardiología. Hospital Universitario Doce de Octubre. Madrid. España.
Correspondencia: Dr. Miguel Angel Gómez Sánchez.
Unidad de Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar. Servicio de Cardiología, Hospital Universitario Doce de Octubre.
Ctra. Andalucía Km 5,400 (28041). Madrid-España.
Teléfono: (0034) 913 908289
Fax: (0034) 913 908669
E-mail: mangomesz@telefonica.net
Recibido: 10/12/2008
Aceptado: 10/03/2009
Palabras clave: Hipertensión arterial pulmonar; Bosentan; Disfunción ventricular derecha
Introducción
Importancia de la hipertensión pulmonar
Las alteraciones cardiovasculares más frecuentes son: la
enfermedad coronaria, la hipertensión arterial sistémica
y la hipertensión pulmonar (HP).
La HP es una complicación habitual en el paciente con
cardiopatía o valvulopatía izquierda. Cerca de un 40%
de pacientes con enfermedad del lado izquierdo del corazón
presenta HP y es la causa más frecuente de la misma
(50%). Es un marcador pronóstico y tiene importantes
implicaciones terapéuticas. En la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC), la HP también es una complicación
frecuente (cerca del 15-20% de las HP), asociándose
su presencia a menor sobrevida y peor evolución
clínica. En ambas situaciones, el pronóstico de la
enfermedad subyacente depende del grado de HP acompañante.
La hipertensión arterial pulmonar (HAP), entidad
menos frecuente, bien en su forma idiopática, heredable
o asociada a situaciones clínicas diversas como las
conectivopatías, cardiopatías congénitas, infección por
virus de inmunodeficiencia humano (VIH) entre otras,
puede afectar a 16 personas por millón de habitantes. Un
cuarto grupo de HP debida a enfermedad trombótica crónica
(5-10%) y finalmente la HP no aclarada o de mecanismos
desconocidos1.
En los últimos años, se han producido importantes avances
en el diagnóstico y tratamiento de la HP que han logrado
una mejoría significativa en la supervivencia de
esta enfermedad. Estos avances han sido impulsados por
4 reuniones mundiales de expertos. Las 2 primeras promovidas
por la Organización Mundial de la Salud (OMS),
tuvieron lugar en Ginebra (1975)2, donde se elaboró la
primera clasificación de la enfermedad vascular pulmonar,
diferenciando arteriopatía pulmonar de la hipertensión
venosa pulmonar y enfermedad tromboembólica,
estableciéndose el primer registro que permitió conocer
la historia natural de la enfermedad3, y en Evian (Francia)
en 19984, que introdujo una clasificación fisiopatológica
de la enfermedad con consecuencias importantes
sobre el tratamiento de estos pacientes. Posteriormente,
y en base al importante avance en el conocimiento de la
genética y biopatología de la HP, siguieron las reuniones
de Venecia en 2003, que consolidó con algunos cambios
la clasificación anterior (se abandonó el término de HP
primaria, se acuñó un subgrupo denominado HP familiar,
se reclasificó la enfermedad venooclusiva pulmonar
y la hemangiomatosis capilar pulmonar, se actualizaron
los factores de riesgo y condiciones asociadas a la HP y
se revisó la clasificación de la cardiopatías congénitas
asociadas a shunt sistémico-pulmonar) y dio las primeras
directrices sobre el empleo de los fármacos vasodilatadores
pulmonares selectivos empleados con éxito hasta
ese momento5, y finalmente la de Dana Point (California,
EE.UU.) celebrada en febrero de 2008, donde se establecieron
bases más racionales para la definición de
HP.
Definición y clasificación de la hipertensión
pulmonar
La HP se define por el incremento anómalo de la presión
en la arteria pulmonar. En la reunión de Venecia (2003),
se acordó por consenso que la HP estaba definida por
una presión media de la arteria pulmonar (PMAP) mayor
a 25 mm Hg en reposo o mayor de 30 mm Hg en esfuerzo.
En base a los datos hemodinámicos de 996 adultos
sanos recopilados de más de 30 publicaciones cuidadosamente
seleccionadas, Olchewsky y col. (datos no publicados)
establecieron unas bases más racionales para
la definición de la HP, teniendo en cuenta que el valor medio de la PMAP en reposo fue de 14 ± 3,3 mm Hg
(Tabla 1). Destacándose que ni la edad ni el sexo parecen
influir significativamente en estas cifras. A diferencia de
lo que ocurre con la PMAP en reposo, la edad sí parece
influir en la PMAP con el esfuerzo, así como el grado de
esfuerzo (Tabla 2).
El esquema general de la reunión de Venecia (2003) se
mantuvo en la clasificación de la reciente reunión de Dana
Point6 (2008), aunque con algunos cambios:
• En el grupo I de HAP, se mantiene el término de HAP
idiopática para los casos esporádicos sin causa conocida.
Se ha cambiado el término “familiar” por el más ajustado
de “heredable”, pues dada la posibilidad de mutaciones
espontáneas de novo y la variabilidad en la penetrancia
de las alteraciones genéticas, es posible la presencia
de este tipo de HAP asociadas a genopatías sin que se dé
una agregación familiar. Por otro lado, un cierto número
de entidades poco frecuentes incluidas en este grupo en
la clasificación anterior (HP asociada a trastornos tiroideos,
glucogenosis, enfermedad de Gaucher, telangiectasia
hemorrágica hereditaria, hemoglobinopatías, síndromes
mieloproliferativos, esplenectomía) se ha trasladado
al grupo V de miscelánea, ante la ausencia de pruebas
del componente “arterial” en las mismas. Lo que a la vez
retiró la indicación de tratamiento vasodilatador pulmonar
en estas entidades. Lo contrario ha sucedido con la
esquistosomiasis, que ha pasado a pertenecer a este grupo
ante la evidencia de una fisiopatología y respuesta a
fármacos similar a otras formas de HAP, a pesar de originarse
en una parasitosis. Dos entidades muy particulares
por su fisiopatología, mala respuesta terapéutica y rápida
evolución son la enfermedad venooclusiva y la hemangiomatosis
capilar. Puesto que sus características no
reunían satisfactoriamente las de los grupos I y II, se les
creó un grupo diferente, el grupo I.
• En el grupo II, HP asociada a insuficiencia cardíaca,
se ha introducido una referencia explícita al tipo de disfunción
ventricular izquierda. De especial importancia
es la HP asociada a disfunción diastólica, muy frecuente
en la clínica (en general con grados leves-moderados de
HP), que a menudo causa problemas de diagnóstico diferencial
con la HAP, cuyo enfoque terapéutico es muy diferente.
Para llegar a diferenciar las 2 entidades, además
de considerar los factores de riesgo para disfunción diastólica,
es necesario realizar un cateterismo derecho, en el
que una presión capilar pulmonar superior a 15 mm Hg
será indicativa del origen cardiogénico de la HP.
• En el grupo III, HP asociada a neumopatías, no se
han introducido cambios significativos.
• En el grupo IV, HP tromboembólica, se ha eliminado
la diferenciación un tanto artificial referente a la localización de los trombos (proximales, susceptibles de endarterectomía
quirúrgica, frente a los distales, susceptibles
de tratamiento con vasodilatadores pulmonares selectivos).
Parece claro que se trata de una sola entidad
fisiopatológica y cada vez es más frecuente que estos
pacientes reciban un tratamiento mixto en el que los vasodilatadores
pueden administrarse antes, durante y/o
después de la endarterectomía.
• En el grupo V, que recoge una miscelánea de entidades
cuya relación con la HP es poco clara o debida a
múltiples causas, se ha visto engrosado por una lista de
entidades que figuraban en el grupo I de la clasificación
anterior, como se señaló precedentemente.
Fisiopatología de la hipertensión pulmonar: rol del sistema de la endotelina
La HP es una enfermedad crónica caracterizada por la remodelación progresiva vascular y la oclusión de las arteriolas pulmonares, que conlleva a la disfunción del ventrículo derecho (VD) y muerte por fracaso del mismo. La remodelación de la vasculatura pulmonar incluye proliferación intimal, hipertrofia de la capa media, fibrosis adventicial, necrosis fibrinoide y desarrollo de las lesiones plexiformes patognomónicas. La comprensión de la patogenia de la HAP ha progresado considerablemente en los últimos años7. Más allá del tipo de injuria o insulto vascular inicial, el resultado final es la disfunción de la célula muscular vascular lisa y la disfunción de la célula endotelial. Esta última resulta de un disbalance de las moléculas que controlan la homeostasis vascular y mantienen el tono vascular. En general, los niveles de las moléculas pro-vasodilatadoras y antiproliferativas, como el óxido nítrico (ON) y la prostaciclina, están disminuidas; mientras que las moléculas pro-vasoconstrictoras y pro-proliferativas, como el tromboxano A2 y la endotelina-1 (ET-1) están aumentadas. Ello ha permitido desarrollar estrategias terapéuticas cuyo objetivo es restablecer el balance de ambos grupos de moléculas (Figura 1). En este artículo nos centraremos en el rol del sistema de la ET-1 y el bloqueo del mismo mediante un antagonista no selectivo de los receptores de la ET-1, bosentan.
Figura 1. Objetivos terapéuticos en la hipertensión arterial pulmonar (HAP). Arriba: sección transversal de una arteria pulmonar
pequeña (< 500 µm) de un paciente con HAP severa. AMP-c: adenosina monofosfato cíclico. GMP-c: guanosina monofosfato
cíclico. ET: endotelina. ETA y ETB: receptores A y B de la ET. PDE5: fosfodiesterasa tipo 5. PGI2: prostaglandina I2.
Biología del sistema de la endotelina
Desde su descubrimiento en 1988, la ET-1 ha sido implicada
en forma creciente en la patogenia de la HAP8. La ET-1 está constituida por una cadena de 21 aminoácidos.
Es producida fundamentalmente por el endotelio vascular,
y en menor medida por otros tipos celulares incluyendo
las células musculares lisas de la arteria pulmonar
y los fibroblastos pulmonares9. Existen varios promotores
que pueden estimular la síntesis de la ET-1, incluyendo
la hipoxia, factores de crecimiento, citoquinas, estrés
de cizallamiento, trombina y angiotensina II. Curiosamente
su síntesis es inhibida por el ON y la prostaciclina,
2 moléculas cuya menor concentración contribuye en
la fisiopatología de la HAP. Estudios pre-clínicos sugieren
que los pulmones son el principal sitio de producción
de la ET-1. Los pulmones no sólo producen ET-1, sino
que también la quitan de la circulación, con un 47% de
extracción en el primer paso a través éstos. En sujetos
normales, no existe un gradiente arteriovenoso de ET-1
significativo a través del pulmón, ya que el aclaramiento
y la secreción en el plasma están balanceados9. Existe
clara evidencia de la activación del sistema de la ET en
varios modelos pre-clínicos de HP, así como también en
todas las categorías de HP en el ser humano. Tanto la ET-1
plasmática como la expresión en los vasos pulmonares
están aumentadas en varios tipos de HP (idiopática, HP
asociada a enfermedad de tejido conectivo, cardiopatía
congénita e infección por VIH). El nivel de ET-1 se correlaciona
con la severidad clínica (test de 6 minutos y
sobrevida) y hemodinámica (resistencia vascular periférica
y PAPM) de la enfermedad8,10,11 (Figuras 2 y 3). Sin
embargo, su significado fisiopatológico no está aclarado.
Los niveles de ET-1 parecen ser un marcador de la
severidad de la disfunción endotelial más que su desencadenante;
así la perfusión crónica de ET-1 en ratas hasta
alcanzar los niveles encontrados en pacientes con HP reduce
la vasorreactividad vascular pulmonar, pero no es
capaz de inducir la HP12. Más aún, la sobreexpresión de
ET-1 en animales transgénicos tampoco resulta en HP13.
Los efectos biológicos de la ET-1 se deben a su unión
con dos tipos de receptores de endotelina A y B (ETA y
ETB). Ambos receptores se expresan en la capa media de
las arterias pulmonares a nivel de las células musculares
lisas y fibroblastos, donde median vasoconstricción, proliferación
y fibrosis. El ETB se encuentra fundamentalmente
en el endotelio y su estimulación provoca liberación
de ON, determinando una moderada vasodilatación transitoria, además de ser el encargado del aclaramiento
plasmático de la ET-1 e inhibir la enzima convertidora
de ET-1 (requerida para producir ET-1 madura) (Figura
4). La densidad de receptores en las arterias distales y el
parénquima pulmonar es 2 veces mayor (p < 0,05) en
pacientes con HP con respecto a sujetos control, a la vez
que si bien predominan los ETA, la relación ETA/ETB disminuye
significativamente, debido a un aumento porcentual
de los ETB hacia los vasos distales (36 ± 3 vs 3 ±
1%)9. Otro concepto importante a tener en cuenta es que
la distribución relativa de los receptores ETA y ETB pueden
depender del tipo de HP. Bauer y col. demostraron
que, en la HP trombótica crónica, la expresión de los ETB
estaba aumentada; mientras que la de los ETA no se modificó14.
A su vez, debemos conocer cual fracción del ETB está alterada, la endotelial (aclaramiento de ET-1 y vasodilatación)
o la muscular o fibroblástica, ya que la estimulación
de esta última sub-población conlleva a la vasoconstricción,
proliferación y fibrosis en pacientes con
HP. Clásicamente, se ha sugerido que el endotelio podría
ser disfuncionante, resultando en la pérdida de función o
disminución de la expresión del ETB endotelial. Recientemente,
Langleben y col. demostraron que el aclaramiento
de la ET-1 por los ETB estaba modestamente reducido
en pacientes con HAP idiopática, asociada a enfermedad
del tejido conectivo y en la HP trombótica crónica, sugiriendo
que los altos niveles de ET-1 observados en la
HAP se deban predominantemente a un exceso de síntesis
más que a una caída de su aclaramiento15.
Figura 2. Correlación de los niveles plasmáticos de ET-1 y la severidad hemodinámica de la hipertensión pulmonar.
(Modificado de Rubens y col., 200110).
Figura 3. Correlación entre los niveles plasmáticos de ET-1 y
la sobrevida en la hipertensión arterial pulmonar idiopática
(Adaptado de Galié y col., 199611).
IC: índice cardíaco. RVP: resistencia vascular pulmonar.
Figura 4. Efectos de la ET-1 en la hipertensión arterial pulmonar. (Modificado de Dupuis & Hoeper, 20089).
Bosentan: antagonista dual o no selectivo de
los receptores de la endotelina
Bosentan es un antagonista competitivo no selectivo de
los receptores de endotelina (Figura 5). Previene la proliferación
celular mediada por la ET-1 en tejido humano
ex-vivo. Este efecto antiproliferativo es significativamente
mayor en las células musculares lisas de los vasos pulmonares
de pacientes con HAP, que en el mismo tipo de
células procedentes de sujetos sanos.
Figura 5. Estructura química del bosentan.
La máxima concentración plasmática y el área debajo de
la curva luego de dosis simples o múltiples v/o es proporcional
a la dosis utilizada dentro del rango de dosificación
(≤ 500 mg/día)15. La viabilidad absoluta es del
50% luego de la administración v/o. Presenta una baja
tasa de absorción debido a su escasa hidrosolubilidad
(tiempo a la concentración máxima 3 hs). Se une fundamentalmente
a la albúmina hasta un 98% y luego de 3 a 5
días de ser administrado alcanza niveles de los parámetros
farmacocinéticos estables. Se metaboliza en el hígado
mediante la vía de la citocromo P450 (CYP450): la
CYP2C9 y la CYP3A4. Primariamente sufre hidroxilación
y demetilación dando lugar a los metabolitos Ro 48-5033(capaz de producir hasta el 20% de los efectos de
bosentan) y Ro 47-8634 (inactivo) para luego de una
posterior metabolización formar el metabolito Ro 64-1056
inactivo, que se elimina por las heces. Luego de la administración
de múltiples dosis se produce la auto-inducción
de CYP2C9 y CYP3A4, alcanzo el máximo a los 4-5 días.
Debido a que es sustrato y a la vez inductor de las isoenzimas
hepáticas CYP2C9 y CYP3A4, bosentan puede
interactuar con otros sustratos de la CYP2C9 (S-warfarina,
glibenclamida, anticonceptivos orales) e inductores
de la CYP2C9 o 3A4 (carbamacepina, glibenclamida) o
inhibidores (ketoconazol, itraconazol, fluconazol, ritonavir, voriconazol, eritromicina, ciclosporina)15. El uso de
bosentan está contraindicado en pacientes que reciban
glibenclamida, ciclosporina o anticonceptivos orales en
forma concomitante. Otras drogas con las que puede interactuar
son el tracolimus y sirolimus, así como la rifampicina.
Evidencia de la eficacia clínica de bosentan en
la hipertensión pulmonar
Fue el primer tratamiento oral disponible para pacientes
con HAP. Fue aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) en 2001 y en Europa en el 2002. Hasta el momento, las autoridades han aprobado el uso de bosentan
sólo para pacientes con HAP en clase funcional II/III
(Europa) o III/IV (USA y Canadá). Se han realizado varios
ensayos clínicos con este fármaco y cada vez es mayor
la experiencia clínica en distintos tipos de HP17.
Hipertensión arterial pulmonar idiopática y
asociada a esclerodermia
La eficacia de bosentan fue demostrada por primera vez
en 2001, en un estudio piloto fase II realizado por Channick
y col.18 que incluyó 32 pacientes en clase III con
HAP idiopática o asociada a enfermedad de colágeno
(AC-351). Fueron randomizados 2:1 para recibir 125 mg/12 hs de bosentan o placebo. A las 12 semanas se objetivó
una mejoría significativa en los parámetros hemodinámicos:
aumento del índice cardíaco y descenso de la
presión auricular derecha y de la resistencia vascular
pulmonar (Figura 6). Asimismo mejoró la capacidad funcional,
evidenciado por un aumento del test de 6 minutos
(+ 60 metros).
Figura 6. Aspectos fisiopatológicos del síndrome de Eisenmenger. IC: índice cardíaco. RVP: resistencia vascular pulmonar.
En un ensayo clínico siguiente fase III (BREATHE-1: Bosentan Randomized Trial of Endothelin Antagonist
THErapy-1), bosentan mejoró la distancia caminada en
6 minutos en 44 metros después de 16 semanas de tratamiento,
además de mejorar significativamente el índice
de disnea de Borg, la clase funcional y el tiempo de empeoramiento
clínico19. Se incluyeron 213 pacientes en
clase III-IV de la New York Heart Association (NYHA),
los que fueron randomizados 1:1 a recibir placebo o bosentan
a dosis 62,5 mg/12 hs durante 1 mes seguidos de
125 mg/12 hs o 250 mg/12 hs durante 12 semanas. Ambas
dosis de bosentan produjeron un efecto beneficioso,
aunque fue más pronunciado en la dosis de 250 mg/12 hs
respecto a la de 125 mg/12 hs (+ 54 y + 35 metros, respectivamente).
Sin embargo, no se pudo establecer una
clara relación dosis/respuesta. Hubo diferencias en la respuesta
de ambos grupos de pacientes, mientras que en la
HAP idiopática la distancia recorrida se incrementó a +46
metros (vs -5 metros en placebo), en la esclerodermia se
evitó el deterioro (+ 3 en bosentan vs -40 metros en el
placebo).
En cuanto a la hepatotoxicidad, el aumento de las transaminasas
de más de 3 veces el límite superior normal fue
más severa y con mayor frecuencia en la dosis de 250
mg/12 hs (14%) con respecto a 125 mg/12 hs (4%). No
obstante, se observó una reducción de las transaminasas
al disminuir la dosis. Es por ello que la dosis recomendada
se estableció en 125 mg/12 hs. A la vez que, las autoridades
europeas (European Medicines Agency: EMEA)
solicitaron la realización de un sistema de vigilancia
postcomercialización para valorar en forma más exacta
los efectos hepatotóxicos observados (TRAX PMS),
como veremos más adelante.
El estudio BREATHE-1 incluyó un subestudio ecocardiográfico
en 85 pacientes con HAP idiopática20. El índice
cardíaco estimado por Doppler, el índice de Tei, la
relación de área diastólica entre el VD/VI (ventrículo izquierdo)
y la escala de graduación del derrame pericárdico
evolucionaron favorablemente en los pacientes con
bosentan versus placebo.
En los estudios abiertos a continuación con bosentan, 169
pacientes con HAP idiopática enrolados en los 2 estudios
previos (AC-351 y Breathe-1) fueron seguidos durante
una media de 2,1 ± 0,5 años21. Se observó una tasa
de sobrevida de 96 y 89% al año y dos años respectivamente
(versus el 69 y 57% de la cohorte de referencia de
la NIH, basada en parámetros hemodinámicos). Los predictores
de mal pronóstico fueron la clase funcional IV
de la NYHA y una distancia recorrida en el test de 6 minutos
menor a 358 m en la evaluación inicial. A su vez, el
85 y 70% de los pacientes permanecían estables con bosentan
como monoterapia al cabo del primer y segundo
año, respectivamente. Se produjeron 20 muertes y 3 trasplantes
pulmonares, y el 19% de pacientes recibieron tratamiento
combinado con prostanoides. Se produjo una
elevación patológica de las transaminasas en un 14,9%
de los pacientes, siempre reversible y en el 7,2% la elevación
fue superior a 5 veces el límite superior normal.
Se realizó un subestudio en la población con HP asociada
a la esclerodermia (66 pacientes, 44 con bosentan y
22 placebo), observándose una sobrevida del 85,9% al
año y del 73,4% a los 2 años22. Estas tasas de sobrevida
son significativamente mayores a las históricas de pacientes con HAP asociada a esclerodermia y no tratados,
en donde sobrevivían 45% al año y 35% a los 2 años23.
Ocho pacientes (16%) debieron recibir epoprostenol adicional
a bosentan y 7 pacientes (14%) recibieron epoprostenol
en sustitución a bosentan. Por último, Denton
y col. realizaron un análisis a largo plazo de 53 pacientes
con HAP asociada a conectivopatías en clase funcional
III y que recibieron bosentan 62,5 mg/12 hs en las primeras
4 semanas y luego 125 mg/12 hs en las siguientes
44 semanas, completando 1 año de seguimiento24. Encontraron
que un 27% de los pacientes mejoraban la clase
funcional y un 16% la empeoraban al año, con un 92%
de sobrevida al año y 68% sin empeoramiento clínico.
Recientemente, se realizó un ensayo doble ciego, aleatorizado
y controlado con placebo, diseñado específicamente
para estimar los efectos de bosentan en pacientes con
HAP en clase funcional II (EARLY: Endothelin Antagonist
tRial in miLdlY symptomatic PAH patients)25. El análisis
se realizó con 168 pacientes en clase funcional II
(80 recibieron bosentan: 62,5 mg/12 hs en las primeras 4
semanas y 125 mg/12 hs en las siguientes 20 semanas y
88 placebo) que completaron un período de seguimiento
de 6 meses. Se incluyeron pacientes del grupo I es decir
con HAP idiopática, familiar, asociada a VIH, CIA con
defecto menor a 2 cm, CIV con defecto menor a 1 cm,
conducto arterioso persistente o asociada a conectivopatías
y enfermedades autoinmunes.
Los principales hallazgos fueron una caída significativa
de la resistencia vascular pulmonar (22,6%, p<0,0001)
con una mejoría no significativa del test de la marcha de
6 min (19,1 m; p=0,0758) y una disminución significativa
del tiempo al empeoramiento clínico del 77% comparado
con el placebo (log rank p=0,0114). Como objetivo
secundario observaron una caída significativa del NTproBNP
a los 6 meses (-471 ng/ml; p=0,0003). Los autores
concluyen que los pacientes con HAP en clase funcional
II también empeoran sin tratamiento, y este empeoramiento
ya lo podemos ver a los 6 meses (evolución
del grupo placebo) y que el tratamiento con bosentan
puede retrasar de forma significativa el deterioro clínico
de estos pacientes.
Por último, cabe señalar que en un reciente estudio retrospectivo
de 103 pacientes con HAP idiopática en clase
funcional III (91) y clase IV (12), Provencher y col.
confirman los hallazgos descritos en los estudios aleatorizados
descritos previamente26. A los 4 meses de tratamiento
con bosentan, la distancia recorrida en 6 minutos
aumentó significativamente (322 ± 15 a 364 ± 109 metros)
con mejoría de los parámetros hemodinámicas,
mejoría que se mantuvo hasta el año de tratamiento. La
tasa de sobrevida global estimada fue de 89% a los dos
años. De las variables asociadas a la evolución a largo
plazo se encontró que la distancia recorrida en 6 minutos
y la presión auricular derecha basal y el porcentaje de
cambio de la resistencia vascular pulmonar a los 4 meses
son las más significativas.
Hipertensión pulmonar asociada a
cardiopatías congénitas
Los defectos septales auriculares y ventriculares, así como
defectos cardíacos complejos pueden desarrollar HAP.
Si estos defectos permanecen sin reparación, se mantiene
un cortocircuito izquierda-derecha, con un aumento
del flujo sanguíneo hacia la circulación pulmonar. Con
el paso del tiempo la luz de las arteriolas disminuyen,
debido en parte a la proliferación de los múltiples componentes
de la pared vascular inducida en parte por el
aumento de la tensión de cizallamiento17. Estos cambios
se asocian con disfunción endotelial y muscular determinando
un aumento persistente de la resistencia vascular
pulmonar. En cuanto la PMAP aumenta, el cortocircuito se invierte (de derecha a izquierda), produciéndose desoxigenación
de la sangre arterial lo cual se manifiesta
clínicamente con la aparición de cianosis labial y subungueal
(Figura 7). Este fenómeno de cortocircuito derecha-izquierda con resistencias vasculares pulmonares elevadas
define el síndrome de Eisenmenger (SE) y representa
una HAP particularmente severa, con pobre tolerancia
al ejercicio y mala calidad de vida, aunque con
una mayor sobrevida comparada con las otras formas de
HAP. Ello es debido al fenotipo fetal que persiste en el
ventrículo derecho, pudiendo soportar resistencias pulmonares
de 2800 a 3400 dinas.s.cm-5. Las características
histopatológicas del SE son groseramente idénticas a las
observadas en otras formas de HAP. Asimismo se han
encontrado niveles de ET-1 en estos pacientes, aunque
sin una correlación tan clara con la severidad hemodinámica.
Ello puede deberse a múltiples factores como el
tamaño y localización del defecto y la ‘susceptibilidad
individual’27. Estos hallazgos fueron la base del ensayo
BREATHE-5, doble ciego, aleatorizado y controlado con
placebo en pacientes con SE, seguidos 16 semanas28. El
primer objetivo fue demostrar que bosentan no agravaba
el shunt y por ende no deterioraba la saturación arterial
de oxígeno. Concomitantemente se produjo una reducción
significativa de la resistencia vascular pulmonar
(-472 dinas.s.cm-5; p=0,04), con un aumento de la distancia
recorrida en 6 min (+53,1 m, p=0,008) y mejora
de la clase funcional NYHA.
Figura 7. Evolución de shunt izquierda-derecha en la hipertensión arterial pulmonar.
En un estudio abierto continuado (BREATHE-5 OLE), Gatzoulis y col. comunican un mantenimiento de la mejora en la capacidad funcional al cabo de 40 semanas en los pacientes que seguían recibiendo bosentan29. A su vez, los pacientes del grupo placebo que en la fase abierta del estudio recibieron bosentan mejoraron la distancia caminada a 32 m.
Hipertensión pulmonar asociada a virus de la
inmunodeficiencia humana
El ensayo clínico BREATHE-4 fue diseñado como un
estudio prospectivo y no comparativo de 16 semanas de
duración. Se incluyeron 16 pacientes con HP asociada a
infección VIH, 15 en clase III de la NYHA y uno en clase
IV; todos excepto 1 recibían simultáneamente tratamiento
con una combinación de al menos 3 fármacos
antirretrovirales30. En la semana 16, todos los parámetros
de eficacia del estudio mejoraron: el perfil hemodinámico
(índice cardíaco +0,9±0,7 l/min/m2 y la resistencia
vascular pulmonar -339 ± 209 dinas.s.cm2), el test de
6 min (91 ± 60 m) y las variables ecocardiográficas (reducción
del área de la aurícula y del ventrículo derechos,
del derrame pericárdico y del índice de excentricidad diastólico).
Durante el estudio no hubo ningún muerto y ningún
paciente requirió tratamiento de rescate. Se produjo
un 12% de elevación de transaminasas que no requirieron
la retirada de bosentan. El tratamiento con bosentan
no tuvo impacto negativo en el control de la infección
VIH.
Hipertensión pulmonar idiopática y asociada
a cardiopatía congénita en niños
El ensayo clínico BREATHE-3 fue diseñado como un
estudio abierto, prospectivo, múltiple-dosis y no controlado
con placebo de 12 semanas de duración, con el
objetivo de estudiar la farmacocinética, eficacia y seguridad
de bosentan en niños con HP. Se incluyeron
19 niños entre 4 y 17 años, 10 con HAP idiopática y 9
asociada a cardiopatía congénita, en clase funcional
III de la NYHA31. Se dividieron en 3 grupos según peso
y el uso simultáneo de epoprostenol (52% de los pacientes).
La dosis administrada en las primeras 4 semanas
fue de 62,5 mg/12 hs (> 40 kg), 31,5 mg/12 hs
(20-40 kg) y 31,5 mg/día (10-20 kg). La dosis de mantenimiento
fue de 125 mg/12 hs, 62,5 mg/12 hs y 31,5
mg/12 hs, respectivamente. En la semana 12 se produjo
una mejora significativa del perfil hemodinámica
con reducción de las resistencias vasculares pulmonares.
En 3 pacientes, se elevaron las transaminasas y en
2 se suspendió el tratamiento con bosentan. No hubo
exitus durante el estudio.
Hipertensión pulmonar tromboembólica
crónica (HPTEC)
El primer estudio doble-ciego, aleatorizado y controlado
por placebo que analizó los efectos de bosentan en la
hemodinamia y la capacidad funcional en pacientes con
HPTEC es el estudio BENEFiT (Bosentan Effects in iNopErable
Forms of chronic Thromboembolic pulmonary
hypertension)32. Se incluyeron 157 pacientes, randomizados:
80 placebo y 77 recibieron bosentan ya sea con
HPTEC inoperable o con HP persistente luego de 6 meses
de la cirugía. Los objetivos co-primarios fueron el
cambio en la resistencia vascular y la distancia recorrida
en 6 min. Se observó una reducción significativa en la
resistencia vascular (-24,1%, -193 dinas.s.cm-5; p=0,0001)
y en el índice cardíaco (+0,3 l/min/m2; p=0,0007), con
una reducción del NT-ProBNP (-622 ng/l; p=0,0034). Sin
embargo, no hubo cambios significativos en el test de la
marcha. Una de las hipótesis que podría explicar estas
discrepancias en los resultados es que los pacientes con
HPTEC son más añosos y que tomaría más de 16 semanas
para que la mejoría hemodinámica se expresara en
una mejoría clínica17. Estos resultados sugieren que bosentan
mejora la hemodinámica en los pacientes con
HPTEC inoperable o con HP persistente después de la
endarterectomía pulmonar.
Hipertensión porto-pulmonar
En la hipertensión porto-pulmonar (HPP) no existen ensayos
clínicos que evalúen la eficacia y seguridad de bosentan,
aunque existen experiencias preliminares que
muestran que la medicación fue bien tolerada y no hubo
evidencia de daño hepático relacionado con el uso de
bosentan33. Hoeper y col. valoraron el tratamiento con bosentan en 11 pacientes con clase funcional III-IV, con cirrosis
hepática estadio A de Child y con HPP severa. Todos
los pacientes mejoraron su capacidad funcional tras 1 año
de tratamiento (test de 6’ de 310 ± 102 a 388 ± 81 metros y
consumo pico de oxígeno de 12,6 ± 3,5 a 16,6 ± 2,8 ml/kg/min), conjuntamente con el perfil hemodinámico dado por
la reducción de las resistencias vasculares pulmonares. La
HPP moderada severa (PAPM > 35 mm Hg; resistencia vascular
pulmonar > 3,1 UW) supone un elevado riesgo perioperatorio
para el paciente candidato a trasplante hepático,
pudiendo alcanzar una mortalidad perioperatoria > 50%. Clift
y col. comunican la evolución favorable de un paciente con
HPP moderada que se incrementó tras el trasplante, determinando
una insuficiencia cardíaca derecha que mejoró con
el agregado de bosentan a la terapia de base34.
Tratamientos combinados
Un esquema terapéutico basado en la combinación de
fármacos con diferentes mecanismos de acción podría
obtener mejores resultados que la monoterapia. Existen
2 posibles tácticas de tratamiento combinado: a) la combinación
secuencial, en donde se agrega un segundo fármaco
al que venía recibiendo el paciente, y b) inicio concomitante
de 2 fármacos. Bosentan ha sido estudiado en
combinación con otras drogas específicas para el tratamiento
de la HP.
1. Bosentan combinado con prostanoides
Se ha realizado con 2 pautas diferentes. En pacientes tratados
crónicamente con prostanoides que comienzan a
deteriorar su situación clínica, en los que el tratamiento
combinado es una estrategia de rescate. Se analizó una
cohorte de 20 pacientes tratados crónicamente con iloprost
o beraprost (16 ± 13 meses) con mala evolución, a
los que se añadió bosentan a dosis habituales35. Se observó
una mejoría de la capacidad funcional a los 3 meses
de tratamiento combinado dado por el test de 6 minutos
y el consumo pico de oxígeno en la ergoespirometría.
Recientemente, se han comunicado experiencias inversas,
en donde el paciente que estaba recibiendo bosentan,
se le agregaba iloprost inhalado. Dos estudios aleatorizados
y controlados, el STEP-1 (Safety and pilot efficacy
Trial in combination with bosentan for evaluation
in Pulmonary arterial hypertension) y el COMBI (Combination
Therapy of Bosentan and Aerolised Iloprost in
idiopathic Pulmonary Arterial Hypertension), han demostrado
resultados mixtos. Ambos confirman que la combinación
es segura, pero sólo el STEP-1 demostró una
mejoría clínica36,37.
Recientemente, se comunicó un estudio retrospectivo de
38 pacientes con HAP de un único centro tratados con
treprostinil s/c en forma crónica, 2 en clase II, 29 en clase
III y 7 en clase IV de la NYHA38. Bosentan se agregó
en 19 pacientes, de los cuales 7 tenían efectos colaterales
intolerables al treprostinil (duración media de 770 ± 307
días y 38 ± 18 ng/kg/min al inicio de bosentan). El seguimiento
con terapia combinada fue de 485 días. La combinación
treprostinil + bosentan aumentó la distancia recorrida
en 6’ (333 ± 79 vs 374 ± 110 metros), y redujo la
PMAP y la presión de la aurícula derecha. Doce pacientes
estaban en clase II, 5 en clase III y uno en clase I. No
existieron efectos colaterales y la dosis de treprostinil se
mantuvo después de agregar bosentan.
La segunda estrategia plantea el tratamiento combinado
como estrategia terapéutica inicial intentando lograr
su máxima eficacia en el período más breve de
tiempo. Así se llevó a cabo el estudio BREATHE-2,
ensayo clínico randomizado y controlado con placebo
de 16 semanas de duración que comparó la eficacia y
seguridad de epoprostenol + placebo frente a epoprostenol
+ bosentan como tratamiento inicial en 33 pacientes
con HAP idiopática (80%) y colagenosis (20%),
en clase funcional III (76%) y IV (24%) de la NYHA39.
Desafortunadamente este estudio no demostró beneficios
significativos de la rama epoprostenol + bosentan,
entre las causas figuran el bajo número de pacientes
y el corto seguimiento.
2. Bosentan combinado con sildenafilo
Estudios preliminares sugieren que bosentan puede ser
combinado en forma segura con el sildenafilo, un inhibidor
de la fosfodiesterasa-5 en pacientes con HAP. Dos
ensayos no controlados describen una mejoría en la capacidad
de ejercicio (distancia recorrida y consumo pico
de oxígeno) cuando el sildenafilo se agregaba a bosentan
en pacientes con HAP idiopática40. Dicho efecto beneficioso
se mantuvo durante un tiempo medio de seguimiento
de 9 meses. Sin embargo, no hubo un claro beneficio
en pacientes con HAP asociada con esclerodermia, sugiriendo
que no todas las formas de HAP responden de la
misma forma a la terapia médica41.
Un elemento a tener en cuenta cuando se combina bosentan
+ sildenafilo es la interacción farmacocinética entre
ambos fármacos, resultando en un aumento de la concentración
de bosentan y un descenso de la de sildenafilo,
lo que podría aumentar la hepatotoxicidad, a la vez de
reducir la eficacia del tratamiento combinado. Si bien
hasta ahora no hay evidencia de un aumento de hepatotoxicidad
por el tratamiento combinado, sí se ha demostrado
una disminución en la concentración plasmática del sildenafilo42, aunque si ello se asocia con una menor eficiencia
clínica del tratamiento combinado, es una cuestión
debatida.
El estudio de la combinación de bosentan y sildenafilo
versus sildenafilo en monoterapia (Combination Of Bosentan
and Sildenafil versus Sildenafil Monotherapy on
morbidity and mortality in symptomatic PAtientS with
PAH: COMPASS-1) demostró que la respuesta hemodinámica
aguda a sildenafilo fue similar en pacientes pretratados
con bosentan y los no tratados, pero ello no es
suficiente para excluir la hipótesis de que bosentan disminuye
la eficacia terapéutica de sildenafilo (datos no
publicados).
Actualmente, está en curso el estudio COMPASS-2 que
examinará los efectos a largo plazo del agregado de bosentan a sildenafilo9. Incluirá unos 600 pacientes con HAP
que reciben por lo menos durante 12 semanas o más sildenafilo
a dosis ≥ 20 mg, a los que se agregará durante
las primeras 4 semanas bosentan a 62,5 mg/12 hs y luego
125 mg/12 hs como dosis de mantenimiento. Como objetivos
co-primarios se valorará el test de los 6’ a las 16
semanas y la morbimortalidad con un análisis farmacoeconómico
concomitante.
Tolerancia y perfil de seguridad
En los distintos ensayos clínicos se ha constatado que bosentan puede producir hepatotoxicidad, especialmente a dosis altas. Este efecto puede observarse en las fases precoces o tardías del tratamiento, aunque generalmente ocurren en los primeros 6 meses de iniciado el tratamiento. Estas anomalías son generalmente asintomáticas y se resuelven al disminuir la dosis o suspender el tratamiento. El mecanismo más probable de toxicidad hepática es la competición dosis dependiente de bosentan y sus metabolitos con la excreción biliar de las sales biliares, produciendo una retención de las sales biliares que pueden ser tóxicas para los hepatocitos43. Inicialmente los datos de tolerabilidad de bosentan fueron aportados por el fabricante a partir del análisis por un lado de los 245 pacientes adultos provenientes de los 2 primeros ensayos (AC-351 y BREATHE-1) y por otro del estudio BREATHE-3 para la población pediátrica. No obstante y en forma reciente, se aportaron datos adicionales a partir de un programa de vigilancia postcomercialización, el TAP (Tracleer Access Program) en EUA y el TRAX PMS (Tracleer Excellence PostMarketing Surveillance) en 18 países de Europa44. Este último registró la incidencia de efectos adversos en casi 4848 pacientes adultos (> 12 años) con HAP (80% de los pacientes tratados en Europa, de mayo 2002 a noviembre 2004) que recibieron bosentan durante una media de 31 semanas45, y 146 niños entre 2 y 12 años que recibieron bosentan durante una media de 29 semanas46. En los adultos se observó un aumento mayor a 3 veces el límite superior normal de las transaminasas en un 7,6% de tasa cruda, correspondiente a una tasa anualizada de 10,1%, muy similar a las tasas reportadas en los ensayos (12,8% y 11,2%). De los 380 pacientes con hepatotoxicidad, 38% continuaron con bosentan, 13% reintrodujeron bosentan (de los cuales 14 tuvieron que discontinuar) y 49% discontinuaron. Ninguno presentó insuficiencia hepática y todos revirtieron sin secuelas entre algunos días y 9 semanas ya sea espontáneamente o luego de descender la dosis o de discontinuarlo44. No hubo diferencias significativas en función de la etiología de la HAP. A nivel pediátrico, predominó la etiología idiopática (40,4%) y la HAP asociada a cardiopatías congénitas (45,2%), con una tasa cruda de hepatotoxicidad de 2,7% y una tasa de discontinuación de 14,4%, lo que sugiere una mayor tolerancia de los niños a bosentan46. En cuanto al control periódico de las enzimas, se recomienda al inicio del tratamiento, a los 15 días y 30 días de iniciado el tratamiento, y luego en forma mensual. En la Tabla 3, se resume el manejo clínico frente al aumento de las transaminasas.
Bosentan está contraindicado en el embarazo por sus efectos
teratogénicos. Interacciona con los anticonceptivos
hormonales orales, disminuyendo su eficacia, y con la
glibenclamida, incrementando el riesgo de toxicidad hepática.
En los ensayos clínicos, se ha observado anemia en un
reducido número de pacientes, en general ligera, reversible
y de naturaleza desconocida (no hay toxicidad medular
ni hemólisis), siendo recomendable verificar periódicamente
la hemoglobina y el hematocrito. Además, se ha
observado retención de líquidos y edemas en las extremidades
inferiores, cefaleas y sofocos44. Existe inquietud
de que los antagonistas de la endotelina puedan causar
atrofia testicular e infertilidad en el varón como efecto
clase, por lo que los varones en edad fértil deben conocer
esta posibilidad antes de iniciar la medicación.
Conclusiones
El antagonista dual no selectivo de los receptores de ET-1,
bosentan, es un eficaz tratamiento en la HP:
– Mejora en la capacidad de ejercicio.
– Mejora en la clase funcional y calidad de vida.
– Mejora de la hemodinamia cardiopulmonar.
– Retrasa el deterioro clínico y aumenta la supervivencia.
– Muestra aumento de la supervivencia en el análisis
restrospectivo de los estudios de extensión.
Teniendo en cuenta las recomendaciones de uso, bosentan
ha sido aprobado para el tratamiento de los pacientes
con HP en clase funcional III y IV de la NYHA en EUA
y Canadá. En Europa, la Agencia Europea del Medicamento
(EMEA), ha aprobado bosentan para el tratamiento
de los pacientes en clase II a III de la NYHA, especificando
que la eficacia del tratamiento ha sido demostrada
en pacientes con HP idiopática y asociada a colagenosis
sin fibrosis pulmonar significativa.
Con el nivel de evidencia actual, las recomendaciones en
Europa son:
- Clase I; nivel de evidencia A para la HAP idiopática y
la HAP asociada a colagenosis sin fibrosis pulmonar significativa
en clase II y III de la NYHA.
- Clase IIa; nivel de evidencia C para la HAP idiopática y
la HAP asociada a colagenosis sin fibrosis pulmonar significativa
en clase IV de la NYHA.
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